El patrón oro es un sistema monetario en el cual el valor de la moneda está directamente vinculado a una cantidad de oro, por ende, el oro es la garantía de la moneda y la moneda depende directamente de este.
El patrón oro fue utilizado por durante el siglo XIX y parte del siglo XX, debido a que garantizaba cierta estabilidad de precios y al precio de la moneda, es decir, como estaba vinculada al oro era más fácil controlar la inflación.
Sin embargo, la cantidad de desventajas causó que en el siglo XX se dejase de usar tal sistema, ya que la rigidez de la oferta monetaria, la dependencia al oro... no permitían financiar debidamente los conflictos que se desarrollaron durante este siglo. Además, la Gran Depresión tuvo también un papel importante en la desaparición del patrón oro.
Pero ¿por qué funcionó durante tantos años el patrón oro pese a sus desventajas?
La razón principal, probablemente, sea debido a la estabilidad que aparentaba dar. La moneda estaba directamente respaldada por las reservas de oro del país, por lo que se creaba cierta confianza en esta. Además, como ya se ha nombrado antes, existía la posibilidad de limitar la inflación. Al contrario que en la economía actual, no se podía simplemente crear más oferta monetaria, es decir, ahora existe la posibilidad de imprimir más dinero y, de esta forma, reducir el valor de la moneda, pero bajo el patrón oro esto no era posible. Si no tenías las reservas de oro correspondientes a la cantidad de monedas que quieras producir, simplemente no podías producirlo.
Pero al final, esto era una falsa estabilidad. Al momento de enfrentarse a las crisis, el patrón oro era deficiente y tenía muchas limitaciones. La rigidez de la oferta monetaria causaba que no se pudiese jugar mucho con el valor del dinero para salir de la recesión. Además, los países dependían excesivamente de los descubrimientos de nuevas minas de oro. Al final, era complicado aumentar la cantidad de sus reservas cuando el oro es limitado y causa cierto estancamiento en su crecimiento. Estas mismas minas de oro llegaron a causar conflictos entre países.
La lista de limitaciones del patrón oro es larga, pero los países no fueron realmente conscientes hasta la Gran Depresión, que mostró la incapacidad de este sistema monetario. El Estado, al tener el dinero vinculado con el oro, no podía hacer mucho con los tipos de cambio, lo que aumentaba las tensiones financieras, y no había posibilidad alguna de utilizar la oferta monetaria debido a su inflexibilidad. Al final, ante las crisis, el patrón oro dejaba ver sus limitaciones. La incapacidad de los gobiernos para aumentar la oferta de dinero de manera significativa dificultaba tomar de medidas efectivas para contrarrestar los efectos de recesiones económicas como la Gran Depresión.
A todo esto, hay que sumarle la Segunda Guerra Mundial, que sucedió poco después del crack del 29. Los países directamente implicados en la guerra necesitaban un gran financiamiento económico que no era posible si se mantenía una oferta monetaria vinculada al oro.
En el desarrollo del siglo XX, los países fueron poco a poco abandonando el patrón oro y poniéndole fin, debido a la desconfianza que había creado ante las crisis y conflictos. Al mismo tiempo que se abandonaba el patrón oro, los conocimientos sobre economía aumentaban y los economistas comprendieron la importancia de un sistema flexible que le pueda permitir al Estado ciertas libertades ante las crisis.
Al final, el patrón oro había creado una falsa estabilidad de poco podía hacer cuando aparecían los problemas económicos. Lo que parecía en su momento el sistema más confiable resultó ser otro intento fallido en la historia de la economía.
Es que no todo lo que brilla es oro 😉
ResponderEliminarEl patrón oro, esa antigua historia de estabilidad que resultó ser un poco como una ilusión económica. Es curioso cómo lo que parecía inflexible y confiable en su momento, acabó siendo un callejón sin salida frente a las crisis y conflictos. La economía, siempre dando giros inesperados, ¿no crees?
ResponderEliminar